Historia de la Prostitución

Origen y antigüedad de la prostitución
La prostitución ha sido calificada eufemísticamente como la "profesión más antigua del mundo", ya que se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y en prácticamente todas las sociedades. Pero sin embargo existen argumentos que lo cuestionan, ya que se discute la antigüedad de la práctica, desde el punto de vista socioeconómico, porque afirma que el intercambio de favores sexuales a cambio de bienes materiales requiere de un cierto diferenciación social, que probablemente no se dieron entre los primeros grupos humanos hasta que la tecnología no rebasó cierto umbral.
En cualquier caso, la prostitución ha ido evolucionando junto con las formas sociales, aunque ha mantenido una imagen cada vez más estigmatizada con el paso del tiempo en la mayoría de culturas.



En el mundo antiguo

Oriente próximo
Una de las formas más antiguas de prostitución de la que existen registros históricos es la prostitución religiosa, practicada inicialmente en Sumeria. Ya desde el siglo XVIII a. C., en la antigua Mesopotamia.
En el Código de Hammurabi se hallan apartados que regulan los derechos de herencia de las mujeres que ejercían dicha profesión.
Los antiguos historiadores Heródoto y Tucídides documentan la existencia en Babilonia de la obligación para todas las mujeres, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico.
La prostitución estaba bien presente en Cerdeña y Sicilia, así como en varias culturas fenicias, en las que se practicaba como rito religioso en honor de Astarté. La práctica de la prostitución se extendió por todos los puertos del Mar Mediterráneo, presumiblemente en alas de las expediciones comerciales fenicias.
En Israel la prostitución era común, a pesar de estar expresamente prohibida por la ley judía. Profetas como Josué y Ezequiel se oponían a la misma con vehemencia. Existía también como forma religiosa en el reino de Canaán, con la característica de que un porcentaje significativo de quienes la ejercían en los templos eran hombres.
La historia bíblica de Judá y Tamar proporciona una representación de la prostitución tal como se practicaba en la sociedad judía. La prostituta ejerce su oficio al lado de una carretera, esperando a los viajeros. Se cubre la cara, lo que la marca como una prostituta disponible (en claro contraste con la costumbre en las sociedades de Oriente Médio actuales, en las que las mujeres honestas deben permanecer con la cara cubierta frente a desconocidos). Exige como pago un cordero, lo que representa un precio bastante elevado en una economía eminentemente basada en el pastoreo; solo los más acaudalados podrían permitirse pagar cantidades equivalentes por un solo encuentro sexual. Aunque en la historia la mujer resulta no ser una auténtica prostituta, sino Tamar, la nuera viuda de Judah que pretendía engañarle para quedar embarazada, el hecho de que logre fingir dicha profesión de forma exitosa permite asumir que dichas costumbres eran las esperables con respecto a la prostitución en la época.


Grecia clásica
En la Grecia clásica, la prostitución era practicada tanto por mujeres como por hombres jóvenes. Las prostitutas podían llegar a ser mujeres independientes e incluso influyentes. Estaban obligadas a vestirse con ropas distintivas y pagar impuestos.
Algunas prostitutas de la Grecia Antigua, como Lais de Corinto o Lais de Hyccara, eran famosas tanto por su agradable compañía como por su belleza, y cobraban sumas extraordinarias por sus servicios.
Solón fundó el primer burdel de Atenas en el siglo VI a. C., y con los beneficios mandó construir un templo dedicado a Aprodites Pandero, diosa patrona de dicho negocio. Sin embargo, el proxenetismo estaba terminantemente prohibido.
La prostitución masculina era común en Grecia. Generalmente era practicada por jóvenes adolescentes, un reflejo de las costumbres pederastas de la época. Los jóvenes esclavos trabajaban en burdeles en Atenas, mientras que un muchacho libre que vendiera sus favores se arriesgaba a perder sus derechos políticos una vez alcanzase la edad adulta.


Antigua Roma
En la Roma antigua, la prostitución era habitual y había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización. En esa sociedad, así como también en la antigua Grecia, las prostitutas comunes eran mujeres independientes y a veces influyentes que tenían que llevar vestidos de color púrpura que las diferenciaban de las demás mujeres, y que debían pagar impuestos.


Mesoamérica
Entre los aztecas las prostitutas ejercían al lado de los caminoso en Cihuacalli es una palabra náhuatl que significa "casa de las mujeres" en los que la prostitución estaba permitida por las autoridades políticas y religiosas.  Las mujeres recibían mercancías usables como dinero a cambio de favores sexuales, y tenían un bajo estatus social.


Edad Media
La Biblia también hace numerosas referencias a la prostitución común. En la Edad Media la prostitución se desarrolló de manera considerable en Europa. Los burdeles eran frecuentemente regentados por los propios municipios. A raíz de la Reforma y de la aparición de epidemias de infecciones de transmisión sexual en el siglo XVI, la prostitución se vio sometida a cierto control, un control en el que únicamente tres hombres podían tener relaciones con una mujer al día.

El Renacimiento
Del siglo XVIII hasta la actualidad
En los Estados Unidos  como en otros paisea la prostitución fue declarada ilegal. Sin embargo es un negocio floreciente, por lo que en algunos paises es totalmente legal.